lunes, enero 24, 2005

Una reflexión

Recuerdo que el dieselazo fue el detonante de la presente crisis con Santa Cruz, un reclamo en parte legítimo, pero que desde el principio tenía ribetes de excusa.
Creo que en los últimos días hemos confirmado dicha sospecha, alguien se acuerda del diesel en este momento?, al parecer no, sobre la mesa esta ahora el mapa de Bolivia...
El poder político y económico que detentaba el empresariado cruceño se ha visto tremendamente afectado después de Octubre, no olvidemos que los hilos del poder y el aparato productivo se han encontrado en manos de la derecha desde el 21060, por cierto un decreto que puso sobre los hombros del pueblo el peso de la reactivación, por no mencionar a los indígenas, que se quedaron como estaban, igual de pobres. Octubre planteó un cambio de dirección en el modelo, la izquierda intenta imponerse basando su ideología en la devolución del poder al pueblo, respaldada por el grupo inmenso de pobres que no tienen mucho más que perder, idea utópica desde este modesto punto de vista, dado que la historia ha demostrado que ese camino sólo lleva de vuelta al libre mercado. Por lo tanto existe una polaridad abismal entre ideas políticas que lleva a tratar de imponer hegemonías en el resto del país.
Esta lucha por la hegemonía está librando su primera batalla en la pujante Santa Cruz, representada por su comité cívico, quienes han cambiado el timón de la propuesta del diesel hacia la formación de un gobierno provisional, que no es otra cosa que el último estertor de la derecha defendiendo el modelo que culmina, o quien sabe, se arraigue en dicho territorio. La terrible consecuencia de esta última probabilidad es la confrontación.
Que nos queda? sólo llegar a un acuerdo mutuo, un intercambio de ideas de donde salga humo blanco, pero en democracia, cuál es el intrumento constitucional para ello? la Asamblea Constituyente, dicho instrumento nos dara la posibildad de crear un gobierno federal, pero con la participación de todos, la actual imposición que pretenden llevar a cabo los cívicos sólo nos hundirá más.
Que el pueblo cruceño, los intelectuales, con los cuales estoy de acuerdo en que la autonomía es la respuesta a su pedido, se den cuenta que la oligarquía apunta a recuperar lo perdido, y para ello ha convencido al resto de la ciudadanía que los "nobles" motivos son otros.
Apuesto a la unidad, a la discusión en democracia, a la Asamblea Constituyente.
Un saludo

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