Cuando en 1535 el conquistador español Diego de Almagro puso pie en el altiplano boliviano de seguro encontró grupos de "indios" (por un error histórico los primeros conquistadores creyeron que América era la India), ellos cultivaban la tierra y criaban sus animales en grupos aislados, organizados en comunidades con autoridades elegidas por todos, sin conocimiento de la escritura sus cultura y leyes se difundían por tradición oral, la tierra era comunitaria, los cultivos y animales estaban destinados a la manutención y al trueque por productos de otras comunidades, no se tenía un concepto del dinero.
Con los españoles llegó la escritura, la tecnología y el conocimiento, pero también llegó el capitalismo, y con el capitalismo el abuso sistematizado hacia los indígenas de este territorio, la semi-esclavitud a la que fueron sometidos no es digna de ningún orgullo, la condición infrahumana de esta gente fue también reflejada en el trato racista que ha perdurado hasta nuestros días, el saqueo de los recursos naturales fue otra forma de avasallamiento. Con esta historia no es ilógico que la clase humilde y morena de este país haya acumulado primero temor, y luego rencor y recelo con una antigüedad de 500 años hacia los "k'aras" (blancos).
Algo ha cambiado el anterior domingo, algo sustancial, más allá de cuestionar la figura de Evo Morales como líder o su capacidad, que es tema aparte, el 54% que ha acumulado es el reflejo de un grito de liberación desesperado que por fin logró ser escuchado, los indígenas, en su mayoría pobres, han hablado al unísono, han ejercido con plenitud un derecho que por mucho tiempo dudaron tener y se agruparon alrededor de una sola premisa, la tez oscura de la mayoría de los habitantes de Bolivia por fin se verá reflejada en la figura de mayor relevancia, tendrán su presidente. Al mismo tiempo demuestra que los tiempos en los que el desprecio era sistematizado están poco a poco quedando atrás, la clase media de las ciudades, en especial de La Paz ha votado en su mayoría por el líder indígena, sea por convencimiento o por estrategia (que confieso es mi caso) demostrando que ya no es un sacrilegio hablar de un presidente ex-campesino.
Diego de almagro fundó la primera población de Bolivia con el nombre de Paria en el departamento de Oruro, donde se encuentra el lago Poopó, que esta cerca de Orinoca, próximo a Isallavi, lugar de nacimiento de Evo Morales, me pregunto si en 1535 algún niño indígena con la sangre de Evo en sus venas se hubiera cruzado con este primer español y se habría imaginado que recién medio milenio después recuperaría su dignidad.
